Fue otorgado por los Reyes Católicos después de la toma de Vera en 1488. Es uno de los más antiguos de la provincia, y contemporáneo de los de Almería, Mojacar y Purchena.
El escudo fue completándose con el paso del tiempo, su primer añadido lo hizo el emperador Carlos I, al darle como soporte un águila bicéfala para ennoblecer más la ciudad, una vez que fue trasladada de lugar y levantada de nuevo en el llano tras el terremoto de 1518.
Posteriormente, finalizada la Guerra de los Moriscos, Felipe II le otorgó una llave, una orla en la que se señalaba el papel decisivo jugado por la ciudad en 1569 frente a los ejércitos de Aben Humeya, que no pudieron tomarla ante la defensa heroica que hicieron sus ciudadanos.
Los documentos reales en los que se contenía el blasonaje y sus concesiones están perdidos o fueron sustraídos del Archivo Municipal por algún curioso en tiempos pasados.
La descripción del escudo de armas de la ciudad de Vera puede ser la siguiente:
Blasón: sobre montaña de su color, dos castillos de oro con tres almenas y tres homenajes cada uno, siendo el homenaje central de mayor altura; mamposteado de sable y todo integrado en campo de azur. Entre los dos castillos, una llave de plata.
Alrededor del escudo una orla con la siguiente frase. “quien aquí ve esta ciudad, en este llano formada, fue ponerle freno al Turco y una llave a toda España”.
Como soporte y accesorios: un águila bicéfala o exployada de sable y lampasada de gules.
Superando el águila y a medio camino entre las dos cabezas, una corona de oro imperial.