Jesús Nazareno procesiona por las calles de Vera con una multitudinaria y silenciosa compañía.
Al amanecer, y en silencio, los hombres de nuestra ciudad se disponen a acompañar a Nuestro Padre Jesús, una tradición que desde hace dos siglos se viene realizando en nuestra ciudad. Concretamente desde 1680.
Es tradición que solo procesionen varones, salvo en contadas ocasiones y como consecuencia de una promesa se ha permitido este privilegio a alguna mujer, situándose detrás de Nuestro Padre Jesús y con sus pies desnudos.
Los padres llevan a sus hijos desde muy pequeñitos inculcándoles su devoción a Nuestro Padre Jesús.
La procesión parte de la Ermita de San Ramón, pasando por la calle de La Plata y calle Mayor, hasta encontrarse con la Virgen en la Iglesia de la Encarnación situada en La Plaza Mayor.
Una vez llegada la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno a la iglesia, la Virgen de las Angustias sale a su encuentro a la puerta de la Parroquia, situándose ambas imágenes en el pórtico de la iglesia, mirando de frente, Nuestro Padre Jesús a la derecha y Nuestra Señora de las Angustias a la izquierda, con su mirada hacia los fieles.
Antes de dar comienzo la sentencia de Pilatos, el párroco realiza el sermón y, concluido el mismo un soldado romano (Popularmente conocido como judío) pronuncia la sentencia de condena. Un silencio sepulcral inunda en todos los fieles, la sentencia es pronunciada a modo de saeta, quedando clavada en todos los corazones, el silencio se hace cada vez aún más profundo, todos enmudecidos esperamos el final de la sentencia, la cual una vez concluida el soldado romano (judío) pide perdón a Jesús, para después romper en un inconsolable llanto. (Lo he presenciado yo) De esta manera queda finalizada la primera parte.
Tras un intervalo de una hora se inicia la segunda parte, popularmente conocida como “Procesión del Mediodía”. Las imágenes como el “Lavatorio” “La verónica” y “María Magdalena” por este orden, siguen el mismo trayecto, y al alcanzar la Plaza Mayor, se incorpora la imagen de Jesús Nazareno, en lugar de presidencia.
El recorrido procesional transcurre por la Calle Mayor, Plaza de Fernando V, Calle Alfredo Almunia, (Antes Estrella) Presbítero José Gómez, (Antes Pósito) Calle Isabel la Católica, Reconquista, Jacinto Anglada, Virgen la de las Angustias, hasta alcanzar de nuevo la Calle Mayor.
A nivel de la Plaza Mayor, la Corporación Municipal, concluye su acompañamiento y, el Hermano Mayor de la Real Archicofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, agradece a todos su asistencia. El desfile procesional continúa hasta la Ermita de San Ramón, invirtiendo el recorrido inicial.
Al menos desde 1923 se sigue este itinerario para la “Procesión del Mediodía”
La actual imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno que sustituyó a la anterior, destruida en la Guerra Civil, fue tallada en Valencia en el año 1940.
Con anterioridad todos los pasos con sus tronos hacían su recorrido sobre ruedas, en la actualidad son porteados por los cofrades, que se sienten muy orgullosos de llevar sobre sus hombros a Nuestro Padre Jesús.
No he querido que pase inadvertido el mérito que tiene nuestra Banda Municipal de Música, en su trayectoria y desde hace varias décadas ha acompañado a Nuestro Padre Jesús. Se parten los corazones el escuchar el himno Nacional a la salida de Jesús de su Ermita.
Jose Ledesma Carretero.
Al amanecer, y en silencio, los hombres de nuestra ciudad se disponen a acompañar a Nuestro Padre Jesús, una tradición que desde hace dos siglos se viene realizando en nuestra ciudad. Concretamente desde 1680.
Es tradición que solo procesionen varones, salvo en contadas ocasiones y como consecuencia de una promesa se ha permitido este privilegio a alguna mujer, situándose detrás de Nuestro Padre Jesús y con sus pies desnudos.
Los padres llevan a sus hijos desde muy pequeñitos inculcándoles su devoción a Nuestro Padre Jesús.
La procesión parte de la Ermita de San Ramón, pasando por la calle de La Plata y calle Mayor, hasta encontrarse con la Virgen en la Iglesia de la Encarnación situada en La Plaza Mayor.
Una vez llegada la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno a la iglesia, la Virgen de las Angustias sale a su encuentro a la puerta de la Parroquia, situándose ambas imágenes en el pórtico de la iglesia, mirando de frente, Nuestro Padre Jesús a la derecha y Nuestra Señora de las Angustias a la izquierda, con su mirada hacia los fieles.
Antes de dar comienzo la sentencia de Pilatos, el párroco realiza el sermón y, concluido el mismo un soldado romano (Popularmente conocido como judío) pronuncia la sentencia de condena. Un silencio sepulcral inunda en todos los fieles, la sentencia es pronunciada a modo de saeta, quedando clavada en todos los corazones, el silencio se hace cada vez aún más profundo, todos enmudecidos esperamos el final de la sentencia, la cual una vez concluida el soldado romano (judío) pide perdón a Jesús, para después romper en un inconsolable llanto. (Lo he presenciado yo) De esta manera queda finalizada la primera parte.
Tras un intervalo de una hora se inicia la segunda parte, popularmente conocida como “Procesión del Mediodía”. Las imágenes como el “Lavatorio” “La verónica” y “María Magdalena” por este orden, siguen el mismo trayecto, y al alcanzar la Plaza Mayor, se incorpora la imagen de Jesús Nazareno, en lugar de presidencia.
El recorrido procesional transcurre por la Calle Mayor, Plaza de Fernando V, Calle Alfredo Almunia, (Antes Estrella) Presbítero José Gómez, (Antes Pósito) Calle Isabel la Católica, Reconquista, Jacinto Anglada, Virgen la de las Angustias, hasta alcanzar de nuevo la Calle Mayor.
A nivel de la Plaza Mayor, la Corporación Municipal, concluye su acompañamiento y, el Hermano Mayor de la Real Archicofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, agradece a todos su asistencia. El desfile procesional continúa hasta la Ermita de San Ramón, invirtiendo el recorrido inicial.
Al menos desde 1923 se sigue este itinerario para la “Procesión del Mediodía”
La actual imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno que sustituyó a la anterior, destruida en la Guerra Civil, fue tallada en Valencia en el año 1940.
Con anterioridad todos los pasos con sus tronos hacían su recorrido sobre ruedas, en la actualidad son porteados por los cofrades, que se sienten muy orgullosos de llevar sobre sus hombros a Nuestro Padre Jesús.
No he querido que pase inadvertido el mérito que tiene nuestra Banda Municipal de Música, en su trayectoria y desde hace varias décadas ha acompañado a Nuestro Padre Jesús. Se parten los corazones el escuchar el himno Nacional a la salida de Jesús de su Ermita.
Jose Ledesma Carretero.